Redes sociales

 

red social la acción de comunicación e interacción entre diferentes usuarios en un contexto social, a partir de la cual se generan conversaciones y comentarios, además de otra suerte de interacciones (“me gusta”, compartidos…). Su crecimiento durante los últimos años se ha sustentado fundamentalmente en la simplicidad de uso de las plataformas en las que se generan, cada vez más intuitivas y accesibles para cualquier género y edad.

Diversas fuentes datan la aparición de los medios sociales en 1994, con el nacimiento de Geocities. Este era un sistema de clasificación de webs geolocalizado, algo tosco, pero sumamente eficaz, que finalmente fue adquirido por Yahoo! en 1999 por 4.000 millones de euros (un excelente ejemplo de la burbuja puntocom). Un año más tarde, Randy Conrads crea Clasmattes (cuyo objetivo era poner en contacto ex compañeros de estudios) mientras que, en 1997, llega SixDegrees, basada en la Teoría de los Seis Grados y la primera en permitir crear un perfil social y una lista de amigo. LivejournalRyze.com, Friendster y LunarStorm son otros de los pioneros que abrieron el camino 2.0.

A pesar de lo que pueda parecer en un primer momento, no todas las redes sociales son iguales, aunque compartan un objetivo común (relacionar a dos o más individuos entre sí) o funcionalidades (todas permiten crear un perfil, compartir contenidos y generar nuestra propia comunidad). Por este motivo, durante las próximas líneas trataremos de clasificar las diferentes redes sociales a partir de diferentes segmentaciones, comenzando por diferenciar entre redes sociales horizontales y verticales.

Qué son redes sociales horizontales

Son aquellas dirigidas a todo tipo de usuario y sin una temática definida. Se basan en una estructura de celdillas permitiendo la entrada y participación libre y genérica sin un fin concreto. Los ejemplos más representativos son FacebookInstagramPinterest, Twitter

 

Qué son redes sociales verticales

Entendemos por redes sociales verticales aquellas cuya actividad gira alrededor de una temática determinada. Son redes mucho más restringidas que las generalistas, ya que algunas de éstas requieren ‘invitación’ para formar parte de ellas.

Su capacidad de influencia es enorme debido a que el público que las conforma está extremadamente segmentado y realmente interesado en los contenidos que en ellas se comparten. Algunas redes verticales son: TripAdvisor y Minube (viajes y turismo) o Periodistas por el Mundo (periodismo).

 

  • Comunicación con terceros. ¿Alguien recuerda cómo era la vida sin WhatsApp? ¿O Skype? Facebook Messenger, ¿quizás? Las plataformas han crecido de la mano de la tecnología para facilitar la intercomunicación entre personas, dejando así de lado otros canales más tradicionales como el teléfono o el email.
  • Información. A pesar de toda la polémica que rodea actualmente a las redes sociales con las llamadas fake news, siguen siendo una de las fuentes más consultadas por los internautas que desean mantenerse informados sobre sus áreas favoritas.
  • Entretenimiento. En línea con lo anterior, cada vez más usuarios aprovechan el soporte que les brindan las plataformas sociales para jugar en red, leer las últimas notas de humor o visualizar algún otro tipo de contenido que simpático o anecdótico.
  • Denuncia social. Son muchas las personas y organizaciones que han aprovechado el tirón de las redes sociales para denunciar actividades contrarias a los cánones de la ética y el civismo. Change.org es un ejemplo, si bien basta con bucear por Facebook para adentrarse en un océano infinito de grupos que apoyan una u otra causa.
  • Búsqueda del conocimiento. ¿Eres experto en un tema en concreto? ¿Quieres relacionarte con otros usuarios con los que compartes grupos afines? ¿Quieres formarte en una determinada área? Seguro que encontrarás lo que buscas en los medios sociales.

 

 

Desventajas uso personal redes sociales

Ahora toca ver la otra cara de la moneda: ¿qué consecuencias negativas puede conllevar tener presencia en una plataforma social?

  • Sobreexposición de la vida personal. Si no se han configurado correctamente las opciones de privacidad de cada plataforma, corremos el riesgo de exponernos ante un tercero que no necesariamente se encuentra en nuestros círculos de confianza.
  • Suplantación de identidad. El hecho de que haya muchos servicios online que permitan a sus usuarios loguearse con alguno de sus perfiles sociales ha aumentado el número de casos de suplantación de identidad. Es recomendable seguir los protocolos de seguridad marcados por cada plataforma, modificando periódicamente las claves de acceso y protocolos de recuperación de contraseñas para evitar males mayores.
  • Ciberbullying. Independientemente de si estás o no presente en una red social, siempre existe el riesgo de ser amenazado o calumniado, una actividad que, por desgracia, suele producirse más de lo deseado entre adolescentes. En este tipo de casos, es importante denunciar los hechos ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado antes de que las consecuencias sean irreversibles.
  • Adicciones derivadas de la necesidad de estar conectados. “Fomo” o “Nomofobia” son términos cada vez más conocidos por aquellos que desarrollan trastornos ligados a las nuevas tecnologías y formas de comunicación. Si en algún momento crees que el uso de una red social se convierte en un problema, contacta con un profesional cualificado.

 

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